Aquí tienes 5 consejos clave para mantener una dieta saludable durante el embarazo:
- Comienza el día con un buen desayuno. Esta comida del día es la más importante ya que has pasado muchas horas sin comer durante la noche. Necesitas reponerte de energía y de nutrientes para evitar estar decaída, fatigada e incluso, algo mareada. Tu bebé se nutre de ti y si te saltas o no haces bien el desayuno perjudicarás también a tu bebé. Es de vital importancia que incluyas en tu desayuno alimentos ricos en azúcares de lenta asimilación como el pan y los cereales, alimentos ricos en proteínas como los derivados de la leche, y también deberías añadir alimentos ricos en fibra, vitaminas y minerales como las frutas.
- Como un poco más pero no en exceso. No cometas el error de comer por dos. Los expertos aconsejan aumentar 100-150 calorías diarias en el primer trimestre (esto lo consigues añadiendo a tu dieta un yogur o un vaso de leche extra). En el segundo trimestre recomiendan aumentar unas 200-250 calorías. Y en la recta final, en el tercer y último trimestre entre 300-350 calorías diarias más.
- Dosifica bien lo que comes durante el día. Debes hacer entre 5 y 6 comidas diarias. Este consejo te ayudará también a aliviar las náuseas y vómitos. Se recomienda que entre comida y comida transcurran unas dos o tres horas. Esto se traduce en tres comidas principales (desayuno, comida y cena) y dos tentenpiés entre horas (a media mañana y a media tarde).
- Puedes picar entre horas, pero pica sano. Estando embarazada aumenta el apetito y es normal que a deshoras, entre comida y comida tengas ganas de picar algo y mayormente siempre te apetece algo con muchas calorías y pocos nutrientes (chocolate, patatas fritas, bollería…), en estos casos contente y opta por alimentos ligeros (una pieza de fruta, un vaso de leche, un yogur, algo de verdura, pan integral…).
- Cuida mucho cómo cocinas los alimentos. Cocina al vapor, cocido, hervido o a la plancha. Olvídate de la freidora, los fritos y los rebozados. Y algo muy importante, haz todo muy hecho que no queden los alimentos crudos.