Es la vitamina del grupo B imprescindible para cerrar el tubo neuronal del feto, que se produce en etapas muy tempranas de la gestación, concretamente, a los 25 días de la concepción, antes incluso de que la mujer se dé cuenta de que está embarazada. Si deseas quedarte en estado deberías tener presente esta vitamina desde ya, con razón de más si has tomado la píldora.
Otra de sus funciones es la influencia en los procesos de división y multiplicación de las células. De ahí que sea necesario asegurar su ingesta a lo largo de todo el embarazo. El déficit de esta vitamina puede provocar defectos en el tubo neuronal del bebé y ocasionar infección en las encías, llagas en la boca, anemia y aumentar el riesgo de sufrir problemas del corazón.
¿Dónde encontrar el ácido fólico?
En la verdura de hoja verde, legumbres, frutos secos (nueces), espárragos, remolacha, fruta (aguacate, melón, plátano), productos integrales… Las dosis mínimas se cubren comiendo 150gr. diarios de una ensalada de escarola, endibias o espinacas. También está presente en el huevo y el bacalao. La levadura de cerveza y el germen de trigo lo contienen en grandes dosis.
¿Tomas suficiente ácido fólico?
El cansancio, el dolor de cabeza, la palidez y las llagas en la boca son algunas de las señales de alarma. En caso de duda, acude a tu médico para que te haga una analítica. El especialista te aconsejará cuáles son los niveles adecuados en cada momento (normalmente, se recomienda tomar de 400-600mg. al día)