La revista ‘Human Reproduction’ se hace eco de los trabajos llevados a cabo con 834 mujeres danesas y 1.463 finlandesas, ratificados además por experimentos con ratones.
Según sus conclusiones, tomar paracetamol junto con ibuprofeno o aspirina durante la gestación eleva el riesgo de dar a luz niños con un problema hormonal denominado criptorquidismo, también conocido como testículos no descendidos. Este problema, que afecta a un 3%-4% de los recién nacidos, se produce cuando los testículos no descienden adecuadamente al escroto durante la fase embrionaria y se ha relacionado con problemas posteriores en la edad adulta, como una mala calidad del semen o tumores testiculares.
A pesar de los resultados, el doctor Txantón Martínez Astorquiza, jefe de la sección de Medicina Perinatal de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, se muestra cauto. “No todos los resultados son estadísticamente significativos y no creo que de momento debamos cambiar nuestras pautas”.
En el segundo trimestre:
La explicación biológica a este fenómeno hay que buscarla en el laboratorio. Los trabajos con animales ratificaron esta observación y, confirmaron que la exposición intrauterina a los tres analgésicos también causaba problemas en las crías de ratones.
Concretamente, los fármacos provocaron una reducción de la distancia entre el ano y los genitales de los animales; un marcador que indica una insuficiente exposición a andrógenos en el útero y que se considera un indicador de problemas reproductivos en el futuro. Asimismo, los ejemplares ‘medicados’ mostraban una reducción de los niveles de testosterona del 50% con respecto a las otras crías.
A pesar de los resultados, el equipo internacional de investigadores reconoce que es pronto para sacar conclusiones firmes de sus resultados y reclaman “urgentemente” más investigaciones en este terreno. Sin embargo, y aunque admiten que será tarea de los clínicos dar consejos a las mujeres embarazadas, ellos recomiendan, “como norma general, usar tan pocos medicamentos durante el embarazo como sea posible”. Aunque leamos con interés estos resultados, son necesarios estudios más serios antes de que cambiemos nuestras pautas de uso del paracetamol en el embarazo.