Alteraciones del líquido amniótico

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Durante el embarazo, la cantidad de líquido amniótico puede variar y ser mayor (polihidramnios) o puede ser de menor cuantía de lo normal (oligohidramnios). El aumento excesivo de líquido amniótico está relacionado con la diabetes gestacional, infecciones, alteraciones fetales o embarazos múltiples. Por el contrario, las causas más comunes de tener escaso líquido amniótico pueden ser problemas en la placenta, fisuras en la bolsa amniótica o anomalías en el aparato renal o urinario del bebé.

¿Cuáles son las complicaciones más graves en cada caso?

El exceso de líquido amniótico puede causar rotura de la bolsa y provocar un parto prematuro. Por otro lado, el líquido amniótico escaso, puede influir negativamente en el buen desarrollo del bebé provocándole complicaciones que se manifestarán después de nacer.

¿Cómo se controlan las alteraciones del líquido amniótico?

En el caso de exceso de líquido, el médico recomienda reposo para mitigar un posible parto prematuro. El experto evaluará si es necesario evacuar parte del líquido para evitar que la presión rompa la bolsa.

En la situación de escaso líquido amniótico, existen diferentes técnicas para intentar reponer el líquido perdido. Esto puede hacerse inyectándolo o reparando la fisura que provoca las pérdidas de líquido, ambos procedimientos, lamentablemente, no tienen un alto grado de efectividad.

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