Si bien el mito de que las embarazadas han de comer por dos ya está desmitificado, no todas las mujeres son conscientes de la importancia que tiene su peso para la salud de su bebé y la suya propia. Los especialistas recomiendan un aumento de entre 9 y 13 kilos a lo largo del embarazo. ¿Te estás pasando de la raya? Sigue estos consejos:
Menos azúcares y grasas. Intenta reducir el consumo de dulces y alimentos ricos en grasas saturadas: postres lácteos (como flanes, natillas, etc.), bollería, embutidos, lácteos enteros (los desnatados tienen las mismas dosis de calcio y la mitad de calorías), las partes grasas de las carnes, etc. Estas restricciones no afectarán a tu salud ni al desarrollo del bebé, puesto que los cereales, las legumbres, la verdura y la fruta poseen azúcares en cantidades más que suficientes y tu hígado sabe como fabricar las grasas saturadas que se requieren.
Menos sal. A partir de los cinco meses, los aumentos bruscos de peso que van acompañados de hinchazón de tobillos, manos, etc. pueden ser un claro indicio de hipertensión. De ser así, aumenta la toma de líquidos y reduce el consumo de sal. Para logar este último objetivo, guarda el salero en un sitio con candado, evita los quesos curados, los alimentos en conserva, la comida precocinada y los pescados ahumados o en salazón.
Si sigues estos pequeños consejos y practicas algo de ejercicio moderado (aunque sea dar un paseo andando después de comer), lograrás aumentar de peso durante el embarazo sólo lo necesario.