Tu bebé vivirá un auténtico aluvión de cambios en el momento del parto. Estos cambios están programados perfectamente por su cuerpo, sus órganos y su sistema circulatorio tienen que adaptarse a una nueva situación. Estos son algunos de los cambios más importantes que tu pequeño sufrirá en su nacimiento:
- Sus intestinos están llenos de meconio, una sustancia oscura, mezcla de mucosidades, bilis y células epiteliales que si el parto transcurre con normalidad expulsará después de nacer. Será su primera caca.
- Los riñones ya están preparados para funcionar nada más nacer. El bebé los necesitará para realizar las funciones excretoras y mantener el equilibrio hidro-salino. La mayoría de los recién nacidos orinan en las 24 horas siguientes al nacimiento. Estos primeros pipís son escasos, hasta que empiece a comer.
- Justo en el momento de nacer, al pinzar el cordón umbilical, el pequeño tendrá que adaptar su circulación al medio extrauterino. Con la primera inspiración, el niño recibe oxígeno que ayuda a relajar y dilatar la pared de los vasos sanguíneos pulmonares del bebé. Así, en los pulmones disminuye la resistencia al flujo sanguíneo y la sangre empieza a fluir por la arteria pulmonar.
- Tras la primera inspiración, la sangre se oxigena al pasar por los pulmones y regresa después a la aurícula izquierda del corazón. Nunca más la sangre pasará de una aurícula a otra pues la abertura entre ambas se cerrará con una densa red de tejido fibroso. De quedarse abierto, se dice entonces que el bebé tiene un soplo en el corazón.
