Estar embarazada en verano no es nada fácil, y peor aún si se está en la etapa final del embarazo.
Debido a las altas temperaturas se necesita muy poco para acusar el cansancio, el hinchazón en las piernas y la ansiedad persistente.
¿Cómo abordar estos problemas? ¿Qué dieta es la más adecuada? Estos son algunos consejos para superar los típicos problemas que pueden surgir durante los meses de verano.
¿Cuáles son los problemas más típicos del embarazo acentuados por el calor?
Piernas hinchadas, problemas para dormir, calambres y ardor de estómago son los síntomas más comunes.
Para combatir estas molestias lo mejor es hacer largos paseos al menos media hora al día y en las horas de menos calor (a primera hora de la mañana o última de la tarde), esto estimulará la circulación. Durante la noche, trata de mantener las piernas elevadas, tal vez poniendo una almohada debajo de las pantorrillas.
Disminuye el consumo de sal y bebe al menos 2 litros de agua al día para evitar la deshidratación. Otro remedio muy bueno sería refrescar las piernas con agua fría desde los tobillos a los muslos para activar la circulación y prevenir la hinchazón.
¿Qué dieta es la más adecuada?
Durante el embarazo se suda más, en verano mucho más, en parte porque la progesterona puede aumentar la temperatura hasta un grado más. Por ese motivo puedes perder no sólo líquidos, sino también valiosos minerales esenciales para ti y tu bebé.
Una de las reglas básicas es beber mucha agua, evita sin embargo el té, el café y no hace falta que te recuerde que también el alcohol. Opta por la dieta mediterránea, rica en frutas y verduras, pastas, cereales, legumbres, pescado, aceite de oliva, etc. Aumenta ligeramente el consumo de pescado, ya que tiene un alto valor proteico y es rico en calcio, yodo y fósforo. Sustituye los calóricos aperitivos por fruta fresca acompañada de yogur natural.
¿Qué ropa llevar?
Durante el último trimestre de embarazo se vuelve mucho más difícil vestirse´. Opta por ropa cómoda de tejidos como el algodón y el lino, son más frescos para el verano, y lo más importante, de colores claros. El calzado debe ser cómodo y con un poquito de tacón, de unos tres centímetros sería ideal.
¿Cómo tomar el sol embarazada?
Durante los primeros días de exposición, evita permanecer en el sol durante más de 15 minutos. Usa un protector solar con protección alta (de 30 a 50) para prevenir quemaduras solares y utiliza una crema protectora especial para el rostro para evitar manchas en la piel.
Las mejores horas para tomar el sol sin riesgos son entre las 9 y 11 de la mañana y a última hora de la tarde (de seis en adelante). Y un último consejo, nunca olvides de llevar un sombrero y gafas de sol.