Una buena nutrición antes del embarazo puede no sólo ayudar a prevenir la anemia, sino que también puede ayudar a la formación de otras reservas nutricionales en el cuerpo de la madre.
Una dieta saludable y equilibrada durante el embarazo ayuda a mantener los niveles de hierro y otros nutrientes de importancia necesarios para la salud de la madre y del bebé en gestación.
Entre las fuentes de hierro se incluyen las siguientes:
- Carnes: res, puerco, cordero; el hígado y otros órganos.
- Aves: pollo, pato, pavo; el hígado (especialmente la carne oscura.
- Pescado y mariscos, incluyendo las almejas, los mejillones, las ostras, las sardinas y las anchoas.
- Vegetales de hojas verdes de la familia del repollo, como el brócoli, la col rizada, el nabo verde y la acelga.
- Legumbres, como las habas y los guisantes (arvejas); los frijoles y guisantes secos, como los frijoles pintos, los frijoles de carete y los frijoles cocinados enlatados.
- El pan y los bollos de harina integral con levadura.
- El pan blanco, la pasta, el arroz y los cereales enriquecidos con hierro.