Los bebés se manchan muy a menudo y no es raro que tengas que cambiar a tu pequeño varias veces al día. Por lo tanto, al elegir su ropa debes fijarte en tres aspectos clave: que sea fácil de poner, de lavar (que se pueda meter en la lavadora) y de cuidar (conviene preguntar si se arruga mucho).
¿Cuánto compro?
No conviene que adquieras muchas prendas durante el embarazo porque no se sabe el tamaño que va a tener tu bebé. Con cuatro pijamitas con sus correspondientes bodies para llevar al hospital y un par de conjuntos para lucirle delante de las visitas será suficiente, de momento.
Seguro que te regalarán muchas cosas y, además, cuando tengas a tu bebé en brazos, estarás deseando llevarle de compras.
¿De qué tamaño?
Las tallas se clasifican por edad y a veces también por centímetros: recién nacido (50cm), hasta un mes (56cm), 0-3 meses (62cm), 3-6 meses (68cm), etc. Algunas marcas tienen tallas de prematuros (44cm).
Los bebés crecen muy deprisa así que, una vez que ya sabes el tamaño que tiene tu bebé, es mejor escoger ropa que le quede un poco holgada.
Comodidad ante todo
Lo ideal es que las prendas se abotonen por la espalda o la tripita. Si te gusta mucho una que se mete por la cabeza, tienes que asegurarte de que tiene una abertura por el cuello para no molestar al bebé.
Los petos y pijamas de una pieza deben llevar cierres en la entrepierna, para que no tengas que quitárselos por completo cuando tengas que cambiarle el pañal.