Una de las decisiones más importantes en el nacimiento de tu bebé es la de si conservar o no las células madre del cordón umbilical. Los grandes avances de la ciencia han descubierto que el cordón umbilical y su sangre pueden usarse para tratar enfermedades y para seguir investigando los posibles tratamientos de enfermedades que aún no tienen cura. Para ello habría que aprovechar la ocasión que ofrece el parto para la conservación de las células madre.
Estas valiosas células, muy parecidas a las de la médula ósea, poseen una compatibilidad genética exacta con tu hijo, por ser producidas por él mismo. Dos de sus características fundamentales de las células madre son: Su capacidad de transformación en células específicas de cualquier órgano o tejido del cuerpo y la producción de células totalmente exactas a ellas, con sus mismas propiedades.
Son sorprendentes todos los descubrimientos del uso de estas células en tratamientos e investigación. Dios quiera que nunca nos hicieran falta, pero no estaría de más conservarlas como si de un seguro de vida se tratara. ¿Qué opináis? ¿Conservaríais las células madre de vuestro bebé?