Aunque los puntos externos se suelen cerrar en 10 días, el proceso de cicatrización es lento. En las primeras semanas es normal sentir tirantez en la tripa y percibir una parte de la piel con una sensibilidad diferente, como si estuviera dormida. Incluso es habitual que alrededor de la cicatriz se forme un bulto, que desaparece con el tiempo. Normalmente, en ocho meses la herida externa queda reducida a una línea delgada. La cicatrización depende del tipo de piel. Para prevenir problemas, sigue estos consejos:
- Durante la cuarentena, descansa mucho y no cojas peso. Si haces fuerza sobre el abdomen, podría soltarse un punto.
- Hasta que se caigan los puntos, lava la herida con agua y jabón neutro y sécate muy bien. No te apliques soluciones con yodo pues éste fija las grapas a la piel y al retirarlas podría haber complicaciones.
- Para que la piel cicatrice bien, es esencial mantenerla hidratada. El ginecólogo o la matrona te pueden recomendar una crema cicatrizante. También puedes aplicarte aceite de rosa de mosqueta, de venta en herbolarios, que tiene propiedades regenerativas y cicatrizantes.