Si nos paramos a pensar por un momento en cuáles son los cambios a los que se tiene que enfrentar el bebé cuando nace al abandonar el vientre materno, estos son realmente radicales:
- Experimenta sensaciones nuevas, primero de frío y luego de calor. El “termostato” de su cuerpo aún no funciona bien y con frecuencia tiene frío.
- Se enfrenta a la gravedad de su propio cuerpo, hasta ese momento totalmente desconocida para él.
- La sensación de hambre es nueva y desagradable para él. Mamar de su madre le supone un pequeño esfuerzo, pero menos que agarrarse del biberón, pues instintivamente sabe cogerse al pecho de su mamá.
- Los sonidos, por pequeños que sean, son muy variables, y se asusta y desconcierta con los ruidos que percibe del exterior.
- La luz varía casi constantemente, y aunque no percibe los colores, experimenta distintas intensidades.
- Tiene que acostumbrarse a su propio sistema respiratorio.
- Se encuentra a merced de otras personas que no son su madre, a la que está acostumbrado, que le tocan, le besan, le cogen… Y esas nuevas sensaciones le inquietan.
Estos son algunos de los cambios que el bebé experimenta al nacer. Comienza su aventura en un mundo lleno de sensaciones y con multitud de cosas por descubrir.