Se relaciona con bajadas de los niveles de azúcar en sangre o hipoglucemia, muy frecuente entre las embarazadas. El cuerpo te pide comer cualquier cosa para saciar el hambre y conseguir una sensación inmediata de plenitud, pero ésta no es la solución. En otras ocasiones, los mareos y desmayos se deben a una disminución de la tensión arterial o hipotensión.
¿Qué puedo hacer?
Cambiar las clásicas tres comidas por comidas más frecuentes, hasta cinco, y en cantidades pequeñas, sin olvidar la calidad de los alimentos, evitando las grasas y los fritos, que originan intolerancias digestivas, gases y sobrepeso. Así mantendrás estables tus niveles de azúcar en sangre durante todo el día.
Para paliar la hipotensión puedes recurrir a remedios tradicionales como beber líquidos, agua e incluso traguitos de café o Coca-Cola, y, por qué no, tomar un pinchito de anchoas o algunas patatas fritas, que aportan sal.
Si los problemas persisten, se intensifican e interfieren en la vida diaria, se recurre a tratamiento farmacológico indicado por el médico.