Durante el embarazo, a medida que pasan los días, surgen muchas dudas sobre infinitas cuestiones: la alimentación, las náuseas, las posiciones para dormir… y entre estas preocupaciones están los dolores abdominales y pélvicos, que son considerados malestares muy “normales” pero que necesitan ser evaluados, pues pueden dar lugar a problemas más serios.
Dolor abdominal en el embarazo
- Al inicio del embarazo, en el primer trimestre, se debe, generalmente, al crecimiento del útero, lo que puede causar cierto grado de dolor en la región pélvica, a menudo tipo cólico, y que se puede considerar “normal” y pasajero. Sin embargo, si el dolor es intenso con o sin sangrado vaginal, puede ser debido a una amenaza de aborto involuntario.
- Si el dolor se manifiesta en el segundo trimestre de embarazo, puede ser originado desde el útero debido a contracciones uterinas tempranas. Si el dolor es muy intenso en esta etapa, se puede correr el riesgo de desarrollar un parto prematuro.
- El dolor abdominal en el tercer trimestre, puede ser causado por la distensión de la pared abdominal y el peso acumulado durante el embarazo, el cual sobrecarga las estructuras de soporte de la pelvis causando dolor en la parte baja del abdomen y la región lumbar.
Otras causas
En algunos casos el dolor abdominal y pélvico puede originarse en el tracto digestivo, como resultado de cuadros de estreñimiento, diarrea o a la acumulación de gases.
Otra de las principales causas de dolor severo en la región abdominal es la apendicitis, que puede ocurrir durante el embarazo. Si no se diagnostica a tiempo, puede evolucionar en una peritonitis grave.
En otras ocasiones el dolor puede ser debido a las infecciones del tracto urinario o la presencia de cálculos.
Conclusión
El dolor abdominal o pélvico es un malestar común en el embarazo y puede ser leve, fuerte y de forma muy variada: pinchazos, contracciones, calambres… Siempre que persistan o se vuelvan más intensos, se debe acudir al médico para su evaluación y tratamiento.
Lo que también es importante tener en cuenta son los síntomas asociados con el dolor abdominal: sangrado vaginal, fiebre, diarrea, ardor al orinar, entre otros. En estos casos, también se recomienda acudir al médico.