El aumento de peso es otro de los factores que pueden influir, en este caso ocurrirá en torno al segundo o tercer trimestre de embarazo, cuando la futura madre comience a coger los primeros kilos y la barriga empiece a asomar. Con el aumento de peso, los músculos de la espalda deberán trabajar más, lo que puede producir en ella un dolor intenso en la parte de la cintura, este malestar suele agudizarse más por la noche al estar recostada.
Otras zonas que pueden sufrir dolencias son: la parte posterior de la pelvis y la parte profunda de los glúteos.
Todas estas dolencias son completamente normales si el dolor es leve o moderado; si el dolor pasa a ser intenso, se deberá acudir a un médico ya que puede ser un síntoma de infecciones o complicaciones (aun más cuando existe fiebre).
El porcentaje de mujeres embarazadas que sufren dolor de espalda está en torno al 50 %, por lo que es algo bastante común.