¿Qué ventajas tienen las ecografías en 3D y 4D?
La ecografía en 3D permite una visión de la morfología del feto, sobre todo de su superficie. Es decir, con esta ecografía se ven muy claramente defectos como el labio leporino, el pie zambo u otras malformaciones externas. Pero, sobre todo, aporta una gran información sobre la trascendencia o la gravedad de la malformación que ha sido detectada.
¿Qué detectan las ecografías 3D y 4D?
Por el momento, como indicación médica sólo se realizan cuando tras una ecografía tradicional se diagnostica una malformación externa, sobre todo de la cara. El dinamismo que ofrece la ecografía en 4D es un valor añadido para detectar algunos problemas, ya que los diferentes movimientos del feto pueden poner en evidencia alteraciones anatómicas no detectables a través de imágenes estáticas.
¿Cuándo se pueden hacer las ecografías 3D y 4D?
Para que unas ecografías en 3D y 4D ofrezcan unas buenas imágenes se requiere que haya un cantidad de líquido amniótico suficiente, una posición fetal que posibilite proyeccciones frontales, o como mínimo laterales, y una morfología definida. El momento más adecuado para hacerlas depende de lo que se quiera ver. Si se hacen estas ecografías en los primeros meses de embarazo, el bebé aparecerá muy diferente a como le imaginas. El mejor momento para las primeras fotos en 3D y 4D del bebé es entre las semanas 32 y 33 de embarazo.
¿Las ecografías 3D y 4D pueden sustituir a la ecografía 2D?
No. Son un complemento para el ultrasonido tradicional 2D. La imagen tridimensional, es decir, las fotos, son posibles si lo que queremos ver está rodeado de líquido. Los órganos del bebé se ven en 3D y 4D mejor que con 2D, pero es más difícil hacer los “cortes” necesarios para obtener buenas imágenes.
¿Cuánto cuestan las ecografías 3D y 4D?
En la sanidad pública sólo se hacen si hay un motivo médico. Lo normal es recurrir a centros privados. Cuestan entre 150 y 240 euros.