El momento del parto es muy recordado a lo largo de la vida de una mujer, y es que, en cierto modo, se trata de una situación irrepetible que desborda las emociones y los sentidos de la madre. Sin embargo, en medio del caos emocional, de los dolores y del tiempo de parto (que puede ser más o menos largo en función de cada caso), hay algo que es especialmente positivo, y es que tu pareja pueda estar contigo el día del parto, es decir, estar a tu lado, darte la mano, hablarte y también apoyarte.
Su compañía te aporta seguridad emocional sin ni siquiera pronunciar palabra. Una seguridad que es básica en una situación diferente en la que en cierto modo, te sientes fuera de tu área de confort. Y es que, estás fuera de tu hogar, en el hospital, con personas que son ajenas a ti. Por mucha confianza que tengas con la matrona o partera, nadie puede inspirarte tanta seguridad como tu propia pareja.
Por ello, a lo largo del embarazo, también es importante reforzar dicha unión para que tanto tú como él os sintáis protagonistas a partes iguales, cada uno a su modo, de la llegada del bebé. En una sociedad en la que todavía quedan muchos restos de machismo, los hombres también tienen que hacer un gran esfuerzo para integrarse con total normalidad en un embarazo.
Hace varias generaciones no era posible que un hombre acompañase a su pareja en el momento del parto. Por ello, escuchar el testimonio de aquellas personas, por ejemplo, tu madre o tu abuela te harán sentirte muy afortunada porque tu experiencia será diferente. No sólo porque la calidad de la medicina ha mejorado de forma notable, sino que vas a contar con la compañía de tu pareja en el momento del parto.
Un parto no es algo fácil, por ello, la pareja también tiene que hacer un gran esfuerzo a la hora de mentalizarse. La mayor motivación es la gran recompensa, la llegada de vuestro hijo que cambiará, de manera especial, vuestras vidas.