Los años pasan casi sin que nos demos cuenta y ha hecho que el número de embarazos después de los 40 se haya triplicado en los últimos 20 años. En el 15% de los casos se trata de un primer embarazo, en el resto, de un hermanito más en la familia. La mayoría de las madres tienen a su primer hijo a los 30 ¡Los tiempos han cambiado!.
Pero aunque los embarazos a esta edad sean comunes, no se deben tomar a la ligera. Se requiere tener una atención especial y, sobre todo, hay ciertas preguntas que debes responderte respecto a tener un bebé a cierta edad, como por ejemplo: ¿voy a tener fuerzas para pasar el embarazo y educarle? ¿seré capaz de asumir esta diferencia de edad entre mi hijo y yo?.
Otro tema al que debes prestar atención es a tu entorno y cómo le afectará la noticia de que vas a ser madre después de los 40. Por supuesto no significa que no debas cumplir tu sueño de ser madre o de aumentar la familia, pero sí deberás prepararte para afrontar ciertos comentarios del tipo “es algo muy arriesgado” o incluso peores como “seguramente ha sido un accidente”. Debes ser fuerte y estar atenta a tu salud y la de tu bebé.
¡Pero no todo va a ser negativo! Tener un primer o nuevo embarazo “tardío” también tiene sus ventajas:
– Tu situación es más estable: no solo en asuntos de pareja, sino también en tu trabajo y en tu hogar. Por lo tanto, ciertas cosas te serán mucho más fáciles.
– Estás más informada: una mujer bien adulta siempre toma mejores precauciones que las mujeres jóvenes. Tal vez porque son más conscientes de la gran responsabilidad que conlleva tener un bebé y tienen más conocimiento como para adaptarse mejor al nuevo miembro de la familia.
– Llevarás todo con mejor humor: si has decidido tener otro bebé o tu primer bebé después de los 40 es porque lo deseas de verdad. Eso hace que estés más motivada y feliz de haberlo conseguido. Sí, sufrirás ciertos problemas y dolores como cualquier otra embarazada (o incluso un poco más), pero serás capaz de aportarle a todo tu mejor sonrisa.