Te preocupas por él desde el mismo momento en que decides ser mamá. Por eso te encantaría saber qué siente cuando está dentro de ti: si te escucha cuando le hablas o le gusta la música que le pones, si siente dolor con las pruebas diagnósticas, si percibe tu tristeza o alegría, si le molesta la luz… Como no habla, ni llora, no puede contar lo que ve (si es que ve algo) ni decir lo que le gusta, si le tranquiliza que te acaricies la tripa…
Y es que pesar de todos los avances logrados en medicina, seguimos sin saber exactamente qué siente el bebé dentro del útero materno. Las técnicas de diagnóstico prenatal (como la ecografía o la monitorización) han permitido averiguar parte de la vida del feto, de su salud, pero poco de sus sentimientos o estados anímicos, un verdadero misterio.
A medida que avanza el embarazo, es evidente que tu futuro bebé va aumentando sus movimientos, lo que se traduce en una progresiva maduración neurológica. Y se piensa que a medida que va sumando semanas de vida, va madurando sus sentidos, lo que da a entender que aprecia otros mundos sensitivos, aunque estas suposiciones son solo interpretaciones, ya que no han podido se demostradas científicamente.
Lo que sí sabemos es que el recién nacido llega al mundo con los cinco sentidos desarrollados, así que… estos ya existían cuando estaba dentro de mamá.