Un embarazo normal dura de 38 a 42 semanas. Por eso, la fecha de parto es aproximada y se calcula con un margen de error de dos semanas. No hay que preocuparse si se ha salido de cuentas, pues el médico realizará controles frecuentes para valorar el estado del bebé y si se pasa de la semana 41, inducirá el parto para evitar complicaciones.
Como todo está controlado, lo mejor que puedes hacer hasta que llegue el día del parto es descansar y así reservar todas tus energías para dar a luz, disfrutar de la compañía de tu pareja, dejarte mimar y aprovechar al máximo tu tiempo libre, porque una vez que nazca el pequeñín toda tu atención estará en enfocada a él.
Si te pasas de la semana 40 de embarazo, procura mantenerte ocupada para relajarte y olvidarte de las preocupaciones, haz lo que más te guste (leer, hacer punto…) Mientras lleves un móvil, para usarlo en caso de urgencia, y no viajes lejos del hospital, puedes seguir con tu vida normal.