Partiendo de que se ha demostrado que el esperma se divide en espermatozoides niño y espermatozoides niña que determinan el sexo del bebé…
Sabías que…
Los espermatozoides niño (Y) son algo más pequeños que los espermatozoides niña (X). Este es un hecho científico demostrado. Sin embargo, esta pequeña diferencia de tamaño no es capaz de ser apreciada ni con un microscopio. En la actualidad, la diferencia entre los espermatozoides X e Y sólo puede hacerse evidente usando una serie de procesos técnicos mediante la tinción de colorante y la exposición de luz ultravioleta.
Sabías que…
El esperma niño se cree que son nadadores más rápidos que sus contrincantes femeninas. Pero el esperma chica se cree que es más resistente, con más poder de permanencia. Esta es una teoría que no ha sido definitivamente probada.
Sabías que…
El esperma niño se cree que es más frágil y, posiblemente, más susceptible a las sustancias que tienden a afectar la fertilidad de un hombre (por ejemplo el tabaquismo, el calor excesivo, las toxinas y algunas drogas) estos factores son capaces de causar una baja fertilidad a los hombres. Teniendo esto en cuenta, y el hecho de que “los espermatozoides niña” pueden ser más resistentes, algunos estudios han demostrado que los hombres que no han estado expuestos a estos factores, son más propensos a tener una niña.
Sabías que…
El cuerpo de la mujer también puede jugar un papel en la determinación del sexo. El esperma requiere un entorno relativamente alcalino para sobrevivir. Al esperma niño le puede favorecer un entorno más alcalino que a los espermatozoides niña, mientras que esperma niña tienen más capacidad de adaptación para sobrevivir en un ambiente más ácido. Esto no ha sido definitivamente probado, pero es la base del método de duchas vaginales con soluciones de bicarbonato de sodio para fecundar una niña.
Sabías que…
Se ha estudiado que la dieta antes de la concepción puede influir en la selección del sexo del bebé. El equilibrio iónico de la dieta de una mujer varias semanas antes de la concepción influyen en la composición química de sus ovarios y su flujo vaginal. Las dietas altas en sal y potasio se supone que deben favorecer la fecundación de niños y las dietas altas en calcio y magnesio deberían favorecer la fecundación de niñas.