La necesidad de ir al baño casi constantemente surge en primeras etapas del embarazo por el rápido crecimiento del útero, que empuja y comprime la vejiga, y en los últimos tres meses debido a la compresión del útero y de la cabeza del bebé, que empieza a encajarse en el mismo órgano.
¿Qué puedo hacer?
Lamentablemente poco puedes hacer, ir al baño cuando tengas ganas (qué remedio!) e intentar no aguantar la orina, eso no es bueno, podrías provocar una infección.
Aunque lo normal es que las ganas constantes de orinar y en pequeñas cantidades se deba a problemas de compresión, no dudes en comentarlo con el ginecólogo, si se acompaña de escozor o dolor.
Los análisis rutinarios de orina durante el embarazo no sólo descartarán una leve infección, sino también una “bacteriuria asintomática”, que es una infección sin síntomas. Si no se trata adecuadamente, suele desembocar en una infección urinaria importante que entraña riesgo para el embarazo.