¿Me dolerá al romperse?
Rotundamente NO. Las membranas que forman la bolsa no tienen terminaciones nerviosas por lo que tanto si la rotura es espontánea como provocada, es totalmente indolora. Si estás dormida, no te despertarás por el dolor, sino porque te sentirás mojada. Sólo notarás un poco de molestia, si es el médico quien la rompe, por el contacto con una zona tan sensible.
También puedes empezar a notar las contracciones de forma más intensa y dolorosa. Pero esto es una buena señal: la cabeza del bebé empuja para salir, lo que significa que ya queda menos.
¿Cómo sabré que he roto aguas?
Notarás un chorro de líquido parecido a la orina correr por tus piernas o empapar la compresa que llevas. Lo podrás distinguir de la orina por su olor dulzón y porque no tienes control sobre el escape. Si la salida del líquido es pequeña y sólo te notas algo más húmeda de lo normal, significa que se ha producido una fisura de la bolsa (rotura alta).
Para diferenciarlo del flujo, sécate y camina un ratito. Si vuelves a estar húmeda, se trata de líquido amniótico.
A partir de ese momento, puedes ducharte pero nunca bañarte. Echa mano de gasas estériles para absorber el flujo y cuando vayas al baño límpiate de delante hacia atrás.
¿Qué debo hacer si rompo aguas?
Debes observar el color del líquido amniótico para evaluar la urgencia con la que debes dirigirte al hospital:
Si es claro, ligeramente amarillento o rosado, prepárate para ir al hospital tranquila pero sin pausa.
Si está teñido de color amarillento, verdoso o negruzco, debes dirigirte a la maternidad inmediatamente. Pero no te asustes, porque no siempre el líquido teñido es sinónimo de pérdida de bienestar fetal.
¿Qué pasará si el líquido amniótico está teñido?
A tu llegada al centro hospitalario, el médico o la matrona comprobarán el estado del bebé. El líquido se tiñe porque contiene meconio, una sustancia negruzca que llena el intestino del recién nacido.
A menudo, la expulsión de meconio se debe simplemente a la compresión natural del feto durante las contracciones, y no tiene importancia. Pero es necesario comprobarlo. La monitorización fetal confirmará o descartará la pérdida de bienestar fetal.
¿Me harán una cesárea?
En muchos casos, se permite que el parto progrese por vía vaginal. Otras veces, el médico puede creer oportuno practicar una cesárea para evitar que el bebé sufra.
¿Y si rompo aguas y no tengo contracciones?
El 15 por ciento de las embarazadas rompen aguas sin tener contracciones. Se denomina rotura prematura de membranas e implica que, de no comenzar la dilatación en menos de 12 horas, será necesario inducir el parto.
En la mayoría de los casos, sucede pasada la semana 37. Si se rompe antes de esta semana, debes acudir inmediatamente a la maternidad para que tomen las medidas oportunas. Provocar el parto o prolongar la gestación, dependerá de la madurez del feto y del riesgo de infección.
Tengo contracciones y no he roto aguas
En ocasiones, puede empezar la dilatación y las contracciones sin que se produzca la rotura de la bolsa. Serán el ginecólogo o la matrona los encargados de romperla mediante un tacto vaginal y una lanceta.
Este procedimiento se llama amniorrexis artificial y su objetivo es conseguir que la cabeza del feto baje y presione el cuello del útero para que las contracciones sean más eficaces.