En las últimas semanas de embarazo, muchas mujeres comienzan a impacientarse por tener a su bebé en brazos, pero la gestación del bebé aún no ha terminado. Sólo alrededor del 5% de los partos se dan de forma natural antes de la fecha de vencimiento.
Este deseo irrefrenable de tener al bebé, hace pensar en la posibilidad de inducir el parto. Pero hay que tener en cuenta que los bebés que nacen entre las 37 y 38 semanas de gestación pueden enfrentarse a problemas de salud y retrasos en su desarrollo.
Las estadísticas muestran un porcentaje muy elevado de bebés que han nacido antes de término con métodos de inducción del parto, por la simple elección de sus padres. Y es comprensible el deseo de tener al bebé antes de tiempo en vez de esperar las 40 semanas. Las últimas semanas del embarazo pueden ser agotadoras: cansancio, dificultades para dormir… por no hablar de las repetidas idas al baño… entre otras muchas molestias propias de la recta final del embarazo.
Riesgos de la inducción del parto
- Problemas respiratorios.
- Problemas de alimentación.
- Dificultad para mantener sus niveles de azúcar en sangre y su temperatura.
- Ictericia.
- Aumentan las probabilidades de complicaciones, dando lugar a cesáreas inesperadas.
- Y es más, también pueden tener problemas más tarde, ya en la escuela, son más propensos a desarrollar problemas de aprendizaje (síndrome de Asperger, TDAH, dislexia…)
Existen muchos métodos naturales para tratar de inducir el parto, pero debes tener claro que tanto con la intervención del médico como por tu propia cuenta, los riesgos pueden ser los mismos.
Aunque la mayoría de los bebés nacen en días muy próximos a su fecha probable de parto, existe un pequeño porcentaje de bebés que pasadas las 40 semanas siguen sin decidirse a salir de la tripita de mamá. En estos casos, el médico sería la persona indicada en recomendar el método y el momento de la inducción del parto.
Recuerda que la fecha de vencimiento no es una fecha de caducidad ¡Deja a tu bebé elegir el día de su cumpleaños!
