¿Cuánto? y ¿cada cuánto? dos grandes dudas que te puedes plantear cuando decides alimentar a tu bebé con biberón y leche de fórmula -lactancia artificial-.
Resolviendo las dudas:
- A excepción de los primeros días de vida, el bebé es el que mejor regulará su demanda. Ofrécele una cantidad generosa y espera a que sea él quien decida la próxima toma.
- No te extrañes si en ocasiones toma menos cantidad que otras y no intentes forzarle, ten en cuenta que cuando se les da el pecho nunca toman lo mismo, igual sucede con la lactancia artificial.
- Un inconveniente de la lactancia artificial es que el bebé obtiene el alimento mucho más fácil y tiende a comer más de lo necesario. Si no quiere más no insistas.
- No te alarmes si come menos de lo indicado en la etiqueta del bote de la leche de fórmula, mi consejo es que lo consultes con tu pediatra pues la talla y el peso del bebé influyen en la cantidad de la toma.
- La frecuencia de las tomas corren a cargo del bebé. Pero ten en cuenta que los primeros días, el bebé tiene menos energía para reclamar su alimento y no debes dejar pasar más de tres horas entre cada toma.
- A medida que va aceptando biberones más grandes, se espaciarán las tomas. El límite lo pone la capacidad de su estómago. Por ejemplo, puede tomar 90ml de leche cada 3 horas o 120ml cada 4 horas.
- Si observas que tu bebé acaba el biberón y se queda inquieto o no aguanta hasta la siguiente toma, hay que aumentar la cantidad de leche ofrecida.
- Si tu bebé tiene hambre antes del tiempo que habías estimado, no le hagas esperar y dale el biberón. Y si tu bebé está durmiendo plácidamente, no le despiertes para alimentarle, espera a que se despierte.