Los medicamentos durante el embarazo

Los medicamentos durante el embarazo

La administración de medicamentos y fármacos en el embarazo siempre produce reticencias ante la posibilidad de que pueda afectar al correcto desarrollo del bebé. Esta situación es normal porque, aunque las malformaciones tienen en general un origen multifactorial, la administración de medicamentos puede ser un motivo de las mismas, y una causa que se puede prevenir.

Esto, aunque parezca contradictorio, no significa que durante la gestación la mujer no pueda tomar ninguna medicina. De hecho, a la hora de decidir recetarla, lo que el médico debe valorar y sopesar es lo mismo que si no se tratara de una embarazada: los riesgos que puede conllevar y los beneficios que aporta en la salud materna y fetal.

Por ejemplo, en caso de gripe o catarro puede ser más perjudicial que la futura madre no tome un antitérmico, porque una fiebre alta puede dañar más a su bebé que administrar ese medicamento cada 6 u 8 horas (que no va a tener efectos secundarios sobre la madre ni sobre el bebé).

Lo mismo podemos decir respecto a ciertos casos de hipertensión o infecciones durante el embarazo. En ambas situaciones, es mejor tomar determinados antihipertensivos o algunos antibióticos, porque la posibilidad de complicación grave en la gestación es superior que la remota probabilidad de perjudicar al pequeño.

Por ello, como norma general, no se deben tomar medicamentos durante el embarazo si no han sido prescritos por tu médico. Pero en caso de necesitarlos, siempre se debe consultar con el obstreta, que es quién le indicará cuál es la mejor solución y qué medicación y dosis debe tomar.

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