No obstante, el criterio general entre los especialistas es evitar el uso de medicamentos durante los tres primeros meses de gestación, debido a que en ese período los órganos del embrión están en plena formación y, por lo tanto, es más susceptible de sufrir algún daño.
Esto no significa que en ciertas situaciones no se puedan usar, hay algunos medicamentos que por su uso masivo se puede, de alguna manera, decir que ya se ha demostrado que son relativamente seguros. Un ejemplo de éstos es el popular paracetamol.
En todo caso, se aconseja a las embarazdas, siempre, consultar con su médico, ya que él es el único que puede sopesar los riesgos y los beneficios que tiene recetar uno u otro medicamento a una paciente determinada.
Qué medicamentos se pueden tomar durante el embarazo y cuáles no:
Además del paracetamol, todo los medicamentos que pertenecen a la familia de la penicilina -por ejemplo, la amoxicilina- son relativamente seguros de usar durante el embarazo.
Advertencia: Eso sí, esto no significa que las mujeres embarazadas puedan tomarlos libremente, porque también se han descrito efectos adversos del paracetamol por dosis tóxicas y fenómenos de alergias al grupo de las penicilinas.
En cuanto a la aspirina, las embarazadas deben tener precaución con su uso, ya que no es un medicamento totalmente inocuo.
Respecto a los jarabes para la tos, aquellos elaborados a base de hierbas naturales, aparentemente, son bastante seguros. En tanto, los más potentes, como la codeína, están más limitados, aunque eventualmente podrían usarse en casos urgentes.
Un problema recurrente en la temporada primavera-verano son las alergias. En el caso de las embarazadas, el medicamento más recomendable para combatirla es la clorfenamina, ya que al llevar muchísimo tiempo en uso, aparentemente es más seguro que otros. Sus efectos sobre el embarazo no han sido probados.
En el lado opuesto, la lista de medicamentos prohibidos para las embarazadas la encabezan aquellos que alteran la multiplicación celular, entre ellos, los que se utilizan para tratar el cáncer. Casi todos tienen un efecto sobre la reproducción de las células, por lo tanto podrían ser los más dañinos para el embrión.
Por otra parte, las tetraciclinas también están entre los antibióticos contraindicados, ya que oscurecen el color de los dientes y, por esta razón, tampoco deben usarse en niños pequeños. Lo mismo ocurre con el ciprofloxacino, que afecta el cartílago de crecimiento.
En resumen, hay que tener en cuenta que cuanto más tóxicos sean los medicamentos, mayor es el riesgo de que sean dañinos para el feto.