El Método Pilates es un ejercicio inventado por Joseph Pilates en 1.920. Fortalece los músculos de todo el cuerpo. Pero el objetivo no es solo trabajar los músculos, sino también conseguir equilibrio y la alineación del cuerpo.
Durante el embarazo el centro de gravedad en la mujer cambia, por eso el pilates es de especial interés si estás embarazada. Poco a poco podrás corregir tu postura, fortalecerás la zona abdominal sin perjudicar al bebé y controlarás mejor la respiración.
Existen ejercicios en el mundo del Método Pilates adaptados a las mujeres embarazadas, donde los esfuerzos abdominales son más suaves y con los que se trabaja la zona lumbar y el perineo. Durante el tercer trimestre de embarazo los ejercicios irán destinados básicamente a la espalda para ayudar a aliviar los molestos dolores.
Una sesión de Pilates dura alrededor de 45 minutos. Se inicia con ejercicios de equilibrio y manteniendo una respiración relajada. Después de eso se realizan ejercicios adecuados para las mamás, agrupadas según su etapa de embarazo.
La mayoría de las mujeres prefieren empezar las sesiones de Pilates al principio del segundo trimestre de embarazo, una vez que las náuseas, vómitos, etc. han terminado. Sin embargo, si tienes permiso de tu ginecólogo, puedes empezar cuando quieras.
Si quieres retomar tus sesiones de Pilates después del parto, deberás esperar al regreso de la menstruación. Una vez pasada, puedes volver a hacer tus ejercicios pero de forma muy suave. Después de un mes podrás volver a hacer los ejercicios con normalidad.
¿Dónde practicar Pilates? Lo ideal es practicarlo en un centro donde la sesión la de un profesor para que pueda corregirte bien tu postura. Todavía no existen sesiones de Pilates donde todas las mujeres sean embarazadas, pero quizá coincidas con alguna embarazada en las sesiones. También puedes encontrar profesores particulares de Pilates.
No olvides consultar a tu ginecólogo antes de comenzar cualquier ejercicio durante el embarazo.