Durante el embarazo , el cuerpo de la mujer experimenta muchos cambios. La producción de progesterona hace que las venas se debiliten y reducen su funcionamiento.
El volumen sanguíneo se incrementa en más del 40% para asegurar el desarrollo de la placenta y el bebé. Este aumento de volumen de la sangre ejerce presión sobre las venas y el hecho de que sean más frágiles, hace que surjan problemas de circulación. Los síntomas de una mala circulación se manifiestan en diferentes partes del cuerpo, generalmente en las piernas.
Mujeres con mayor riesgo a padecer problemas circulatorios
Las mujeres que tienen problemas de circulación sanguínea antes de quedar embarazadas tienen que prever que estos problemas pueden empeorar durante el embarazo. Las mujeres con sobrepeso y que carecen de actividad física están en alto riesgo de padecer problemas durante la gestación.
Modo de prevenir los problemas circulatorios
Para evitar complicaciones relacionadas con la mala circulación sanguínea, es importante adoptar buenos hábitos. Los siguientes puntos son fundamentales para prevenir el problema: