El sol puede aportarnos beneficios ya que es una gran fuente de vitamina D, pero si no utilizamos protección solar puede resultar muy dañino, sobre todo en mujeres embarazadas y en niños. Sigue estos sencillos consejos para poder tomar el sol con total tranquilidad.
Cómo protegerse del sol en el embarazo
- Utiliza un protector solar con una factor de protección alto y ve disminuyéndolo progresivamente, a medida que tu piel se broncea, pero nunca lo suprimas del todo. De esta forma conseguirás un bronceado más duradero y lleno de beneficios.
- Debes utilizar protector solar aunque esté nublado. La radiación solar pasa a través de las nubes aunque tú no lo veas.
- Para protegerte el rostro utiliza un protector específico de factor alto, generalmente, el doble que el que utilices en el cuerpo.
- Aplícate el protector solar unos 20 minutos antes de salir de casa para que, cuando llegues, ya haya comenzado a actuar.
- Para mayor protección, opta por protectores resistentes al agua.
- Después de tomar el sol, ducharte, etc aplícate una crema hidratante o un aftersun con el que puedas recuperar el equilibrio en la hidratación de tu piel.
- Bebe mucha agua, una piel hidratada recibe mejor al sol que una piel seca, que estaría más expuesta al envejecimiento prematuro.
- Evita las horas más intensas de sol (entre las 12 de la mañana y las 4 de la tarde).
- Si deseas que tu rostro tenga un plus de protección, utiliza un sombrero o gorra.
Recuerda que durante el embarazo son más frecuentes las manchitas en la piel, especialmente en el rostro.