La madre con mayor número de hijos
Fue la primera esposa de Feodor Vassilyev, que tuvo un total de 69 hijos en 27 embarazos entre los años 1725 y 1765; tuvo mellizos 16 veces, trillizos 7 veces y cuatrillizos 4 veces. Sólo dos de sus hijos murieron durante la infancia.
El mayor número de hijos en un solo parto
Ocurrió el 13 de junio de 1971 en el Royal Hospital for Women de Sydney, Australia. Geraldine Brodrick dio a luz ese día a nueve hijos, cinco niños y cuatro niñas, pero ninguno vivió más allá de los seis días.
La madre más vieja del mundo
Con 70 años de edad, una mujer india dio a luz a mellizos y se transformó en la madre más vieja del mundo. Pese a su edad, Omkari Panwar, esposa de un granjero retirado. La anciana, quien ya tiene dos hijas adultas y cinco nietos, tuvo una nena por parto normal y un varón por cesárea. El marido de la mujer, Charan, juntó dinero para pagar el tratamiento vendiendo sus tierras, sus animales, y los ahorros que juntó durante toda su vida. “Por fin tuvimos un hijo varón”, dijo y agregó que “el tratamiento me costó una fortuna, pero el nacimiento de un “macho” lo valió. Ya puedo morirme feliz”.
La madre más joven del mundo
Su padre, Tiburcio Medina, notó que Lina, una de sus nueve hijos, tenía el vientre abultado, y ante las supersticiones de sus vecinos (quienes decían que tenía una culebra dentro y culpaban del mal a Apu, el espíritu de los Andes) a mediados de abril de 1939 la llevó con los chamanes de la aldea, quienes creyeron que tenía un tumor y le aconsejaron que la llevara a Pisco, la ciudad más cercana.
El Dr. Gerardo Lozada la atendió y la llevó a Lima, la capital de Perú, donde otros especialistas diagnosticaron que Lina estaba embarazada. Había concebido su hijo a la edad de cuatro años y ocho meses. A los dos años y ocho meses de edad había empezado a menstruar, y a los tres meses ya tenia vello púbico.
Un mes después, el día 14 de mayo de 1939, Lina, con cinco años, siete meses y 21 días de edad, dio a luz a un niño mediante una cesárea realizada por el Dr. Lozada y el Dr. Busalleu (cirujanos) y el Dr. Colretta (anestesiólogo).
Su hijo, Gerardo Medina (lo llamo así por el medico), pesó 2700 gramos. Los abuelos rechazaron una oferta de viajar para ser exhibidos en la Feria Mundial de Nueva York (con los gastos pagados y 4000 dólares por mes). Pero aceptaron otra oferta de 5000 dólares de un empresario estadounidense para que madre e hijo viajaran para ser investigados por científicos en EE.UU (la propuesta incluía un fondo que garantizaba su bienestar de por vida). Pero el gobierno peruano decretó que Lina y su hijo estaban en “peligro moral” y decidió crear una comisión especial para protegerla. En pocos meses abandonaron el caso y Lina nunca recibió un centavo.
Su hijo fue criado creyendo que era el décimo hijo de sus abuelos, pero a la edad de diez años se enteró de que Lina no era su hermana sino su madre. En 1979 (a los 40 años) murió de una rara enfermedad en la médula ósea.
No se sabe quién fue el padre del niño, ni si la niña había quedado embarazada debido a una violación. El padre de Lina, Tiburcio, estuvo preso varios días como sospechoso de violación. Cuando fue liberado, las sospechas recayeron sobre uno de los hermanos de Lina, retrasado mental. En Perú se llegó a creer que Lina era una especie de Virgen María, que había concebido sin pecado original, por obra y gracia del Espíritu Santo. Todavía hoy en el pueblo de Antacancha los pobladores creen que Gerardo fue hijo del dios Sol.
Curiosa historia la de Lina, una niña que fue madre cuando aún debía jugar con muñecas.