Al final del embarazo, los bebes se posicionan cabeza abajo preparados para el día del parto. Esto sucede normalmente sobre las 34 y 38 semanas y permanecen así hasta el gran día. Si en tu última ecografía (que suele ser entre las 32 y 36 semanas de embarazo), tu bebé aún no se ha dado la vuelta, no te desesperes, todavía tiene tiempo, en cualquier momento se puede posicionar cabeza abajo.
En el 97% de los partos, el bebé está cabeza abajo, en el resto de ocasiones, puede estar en posición de nalgas, e incluso, en posición transversal.
El ser madre primeriza o no, puede influir en la posición del bebé al nacer. Las embarazadas que ya tienen hijos, tienen mayores posibilidades de que, a la hora del parto, el bebé esté de nalgas o en posición transversal. Y esto tiene un por qué, veamos cuál: La musculatura del abdomen y del útero está menos tonificada debido a los partos anteriores, por lo que el bebé dispone de mayor espacio para moverse durante todo el embarazo.
También existen otras causas, que tu pelvis sea tan estrecha que no facilite a tu bebé posicionarse cabeza abajo y logre así la posición ideal para nacer, o que tengas excesivo líquido amniótico y tu bebé esté girando y volteándose a su gusto, dando lugar a que el día del parto no esté en la posición correcta.
En conclusión, si eres primeriza, es muy probable que tu bebé se encaje cabeza abajo desde la semana 36 de embarazo. Por el contrario, si ya tienes hijos, es posible que esto no suceda hasta pasadas las 38 semanas o, incluso, en los últimos días.
De todos modos, sea cual sea la posición que elija tu bebé para nacer, debes tener claro que: junto a ti habrá un profesional que hará que el parto se desarrolle con éxito y tu bebé llegue al mundo completamente sano.