Se estima que entre el 14-23% de las mujeres experimentan síntomas de depresión durante el embarazo, muchas mujeres tienen que decidir si tomar o no medicamentos antidepresivos. El tema ha suscitado un gran debate científico. Pero la investigación hasta la fecha no ha sido capaz de comprobar, si el aumento del riesgo de algunas complicaciones en las mujeres que toman antidepresivos durante el embarazo y sus recién nacidos, está vinculado al medicmaneto o a la depresión.
Algunos estudios han relacionado el uso de antidepresivos con un mayor riesgo de defectos congénitos extraños, así como el nacimiento prematuro y bajo peso al nacer, pero la evidencia es contradictoria. Las mujeres con depresión severa -no tratada- aumenta las posibilidades de complicaciones durante el embarazo.
Las embarazadas deben concretar con su médico la estrategia adecuada en función de su situación de salud y riesgos específicos. En embarazdas con depresión leve se pueden evitar los medicamentos, pero la depresión moderada o grave -sin control- puede causar altos riesgos de complicaciones.
Según los profesionales hay que seguir ciertas directrices:
- Las embarazadas que toman antidepresivos y experimentan síntomas leves o ningún síntoma durante el embarazo, deben considerar el suspender el medicamento gradualmente.
- Las embarazadas que tienen síntomas, tienen depresión recurrente, o que se deprimen durante el embarazo, y quieren evitar el tratamiento farmacológico, pueden optar por la psicoterapia, sola o como complemento a la medicación.
- Las embarazadas con depresión severa es recomendable que permanezcan con la medicación.
