Hay veces que la mamá se ve obligada a pasar su embarazo en reposo absoluto. La idea de estar todo el día sin poder moverte puede resultarte complicado, aquí tienes un poco de información y consejos que espero que te sean muy útiles.
¿En qué casos se debe hacer reposo absoluto?
Las mamás que deben hacer reposo absoluto son aquellas que tienen contracciones anormales, ya que son un signo de hiperactividad del útero y podría causar un aborto espontáneo o un parto prematuro. El reposo evita que el bebé no se apoye sobre el cuello del útero y le limita sus movimientos.
Las mamás que hayan tenido que hacerse un cerclaje también deben reposar.
Si el saco amniótico está grietado también es motivo para tener reposo absoluto, con el fin de proteger al bebé de las posibles infecciones ante las que se encuentra expuesto.
Otro caso que requiere reposo absoluto puede ser el de placenta previa acompañada de sangrado, el reposo serviría para evitar una hemorragia.
En otras ocasiones, el reposo es recomendable cuando hay retraso del crecimiento intrauterino o hipertensión.
¿Cómo sobrellevar mejor la obligación de permanecer en reposo durante el embarazo?
En primer lugar ¡No te dejes!. No estás castigada ni enferma. Continúa poniéndote guapa, si te apetece maquíllate. Ten en cuenta que estos pequeños detalles te harán sentirte mejor contigo misma y así tendrás más ánimo. Por supuesto de vez en cuando puedes pedir un masaje al futuro papá. Disfruta de la tranquilidad de no tener que hacer nada y déjate mimar.
En segundo lugar, ¿recuerdas todas aquellas películas y series de las que todo el mundo habla y tú todavía no has podido ver? ¡Ahora es el momento!. También puedes terminar de leer ese libro que dejaste a medias o empezar uno nuevo. O puedes comenzar a hacer algo para lo que antes no tenías tiempo como punto de cruz, por ejemplo.
No temas si necesitas pedir ayuda a amistades o familiares en cualquier cosa que necesites, o incluso si ves que tu pareja necesita un poco de ayuda.
Invita a tus amistades o familiares a que pasen un rato contigo, puedes poner sillas alrededor de la cama (si el reposo lo realizas en tu habitación) y acomodarles de la mejor forma posible para, al menos, tomar algo juntos y charlar un rato.
Si a pesar de todo este tiempo en reposo te resulta difícil, piensa en una cosa: en poco tiempo tendrás a tu bebé en tus brazos y toda esta etapa difícil quedará en el olvido.
