Ser madre es una de las experiencias más hermosas que se pueden tener en la vida, desde el momento en que descubrimos que estamos embarazadas hasta el momento de conocer al bebé, iniciamos una espera que parece no tener fin.
Pero hay algo que ninguna de nosotras desaprobará y es que la idea del parto da muchos nervios y en algunos casos terror; sabemos que no es tanto la idea de dar a luz, sino la idea de las temibles contracciones… esas que anuncian que tu pequeño se encuentra a punto de nacer.
Si eres madre primeriza, puede ser que te sientas identificada con lo que acabo de decir y si eres madre que va por su segundo pequeño, ya te harás una idea acerca de las contracciones, lo que es cierto es que no hay manera de aliviar sus dolores.
Las contracciones es un proceso natural que anuncia la dilatación del útero, el cual se está preparando para dar a luz, y aunque no podamos evitar sus dolores, sí hay maneras para poder sobrellevarlos con mucha más facilidad.
Maneras de sobrellevar las contracciones
Primero que nada, ya hemos anunciado que las contracciones anuncian que el bebé ya quiere salir a conocer mundo, pero hay algo que se llama “trabajo de parto” y es el tiempo que se prolongarán las contracciones antes de que puedas dar a luz. Durante ese tiempo toma en cuenta estos consejos para que puedas sobrellevar las contracciones de la mejor manera posible.
Mi primer consejo, podría ser un poco difícil pero no imposible y se trata de distraer tu mente del dolor, debes concentrarte y llevar tu mente a otro lado o hacer algo, como ver la tele, leer un poco, tejer o llevar una conversación con tu marido. Ya verás que esto te será de gran ayuda.
Mi segundo consejo, puede parecerte extraño pero, créeme, que en realidad funciona, es darte un baño de agua tibia. Esto hará que tus músculos se relajen mucho más y que tú te sientas mucho más relajada. Así que antes de ir al hospital date un baño rápido con agua tibia. Recuerda que no debe de estar demasiado caliente ya que puede ser contraproducente.
Mi tercer consejo, consiste en liberar la tensión. La tensión en los músculos hace que el proceso sea mucho más doloroso, tardío y que el flujo de nuestra sangre no circule con total naturalidad. Por ello puedes pedirle a tu esposo que haga pequeños masajes en forma circular en la zona lumbar o en los tobillos, notaras que es de gran ayuda, ya que favorecerá a que aumente tu flujo sanguíneo y disminuirá el dolor.
Y mi cuarto consejo, no te quedes en la misma postura, ya que esto puede favorecer el dolor. Prueba diferentes posturas hasta encontrar la más cómoda, cuando veas que aumenta el dolor, vuelve a cambiar de postura, de este modo conseguirás que el proceso del trabajo de parto sea mucho más fluido.