No hace falta recordarte que el estrés y la ansiedad no son nada recomendables ni para tu salud ni para la de tu bebé. Así que si este se ha convertido en tu estado habitual sigue estos consejos:
- ¡Ponte en forma! Apúntate a clases prenatales. En la mayoría de los gimnasios tienen programas especiales con ejercicios para embarazadas. El ejercicio físico es uno de los mejores liberadores de estrés, ya que descarga endorfinas que elevan tu humor y además, te ayudan a mantenerte saludable y en forma durante el embarazo.
- Relájate. ¿Cómo? Prepara un ambiente tranquilo: una habitación oscura o con luz suave, y pon música relajante que inspire calma. Permanece sentada durante media hora diaria y haz de ese momento una rutina. Si un día no puedes permitirte 30 minutos, hazlo al menos durante 15.
- Para evitar la ansiedad puedes recurrir también a ciertos alimentos “tranquilizantes”. Es el caso de los cereales como la avena o el trigo, que son fantásticos relajantes naturales. Habitúate a incluir al menos una ración en tu dieta diaria.
- La levadura de cerveza, por su alto contenido en vitamina B,e s también un gran complemento para luchar contra la ansiedad. Puedes consumirla junto a la leche o el yogur.
- Entre las plantas que reducen la excitabilidad nerviosa están además la valeriana, el tilo y el naranjo dulce. Hazte infusiones con una mezcla de todas ellas y añádeles un poco de miel.
- Agua de azahar, sola o con tila, te proporcionará un sueño tranquilo en estados de excitación.
- La melisa, una planta muy conocida con un característico olor a limón, tomada en forma de tisana, se emplea también para aliviar los nervios, facilitar las digestiones difíciles en ciertos estados nerviosos y clamar los dolores de cabeza provocados por la ansiedad.
Muy importante: Sólo porque un alimento sea natural no significa que necesariamente sea bueno o sano. Hay muchas hierbas y plantas, totalmente naturales, que están contraindicadas durante el embarazo o en algún caso concreto. No olvides consultar siempre antes con tu médico.