10 cosas que no sabías sobre la lactancia materna

10 cosas que no sabías sobre la lactancia materna

1 Si quieres, puedes. Casi todas las mujeres pueden dar el pecho, pues hay realmente pocas excepciones médicas que impidan la lactancia materna. En cuanto a las condiciones físicas, ni el tamaño de la mama ni la forma del pezón influyen en la posibilidad o no de amamantar. Igualmente, todas las leches maternas son válidas y constituyen el mejor y más completo alimento que se puede dar al bebé.

2 No influye el tipo de parto. La subida de la leche se produce independiente del tipo de parto (sea vaginal, cesárea, prematuro…). En realidad, se trata de una cuestión de estímulos. Para que la leche suba y lo haga sin problemas para la madre (sin provocarle molestias, fiebre o retenciones), el recién nacido debe empezar a mamar enseguida. No hay inconveniente en que lo haga aunque a la madre le hayan puesto la epidural o incluso anestesia general, pues no es necesario guardar un tiempo de seguridad para que la madre elimine el anestésico.

3 Se favorece con el contacto precoz. Lo ideal para favorecer el éxito de la lactancia es que el niño haga su primera toma en las primeras dos horas tras el parto. En esos primeros momentos para por un periodo denominado de “alerta tranquila” en el que muestra interés por mamar y es muy probable que él solo se enganche correctamente al pecho.

4 Tu hijo regula la producción. El pecho funciona a demanda; por eso siempre que la madre deje mamar a su hijo sin horarios rígidos y en la postura correcta habrá leche suficiente. Incluso cuando el bebé para por etapas de crecimiento rápido (al mes y a los tres meses, aproximadamente) en las que parece siempre con hambre y pide mamar a todas horas, la madre tiene leche suficiente para él si lo pone más frecuentemente al pecho, pues la producción se adaptará enseguida a esta nueva demanda, sin necesidad de usar suplementos de leche artificial.

5 Debes tomar un extra de Yodo. Todas las mujeres que den el pecho deben seguir tomando un suplemento de yodo en pastillas, al menos hasta que se introduzca en el bebé la alimentación complementaria, hacia los seis meses. El yodo es necesario para que funcione correctamente el tiroides. Sin este aporte extra pueden darse déficits que perjudiquen al pequeño incluso en el terreno intelectual.

6 Protege frente al cáncer. La leche materna protege al niño frente a muchas enfermedades (otitis, neumonía, bronquitis, diarrea, muerte súbita, meningitis…) y también de leucemia. Pero no es sólo el niño el que está más protegido frente al cáncer, también su madre, al amamantarlo, se expone menos al cáncer de mama y de ovario, pues está demostrado que su incidencia baja entre las mujeres que han dado el pecho.

7 Beneficia a la salud mental del niño. La lactancia materna también ayuda a un mejor desarrollo mental. Así, se ha demostrado que los bebés amamantados tienen un coeficiente intelectual más alto. Por otro lado, también se ha confirmado que los niños que son amamantados durante más de seis meses están más protegidos frente a las enfermedades mentales. Todos estos beneficios son gracias a determinados ácidos grasos y hormonas presentes en la leche materna.

8 Alcohol, tabaco y café, bajo control. Cuando des el pecho tienes que seguir una dieta normal y saludable, pero, eso sí, debes cuidar algunos aspectos como el consumo de cafeína, nicotina y alcohol. Según los estudios recientes, el exceso de cafeína puede afectar al bebé lactante, causándole irritabilidad e insomnio. Por eso se aconseja que la madre controle su ingesta, máximo tres tazas de café al día. En cuanto al tabaco, la nicotina se excreta en la leche materna, por lo que no es recomendable fumar durante la lactancia, o dejar pasar un tiempo considerable entre el cigarro y la toma. Con respecto al alcohol, se aconseja evitarlo todo lo posible durante la lactancia, o en el caso de que la madre consuma alguna bebida de este tipo, dejar pasar mínimo dos o tres horas para amamantar al bebé.

9 Hay bancos de leche. Al igual que hay bancos de órganos y tejidos, existen bancos de leche humana. Ésta se utiliza para niños enfermos o muy prematuros que no pueden ser amamantados por sus madres. En estos casos, los médicos consideran que la leche materna es fundamental, por lo que se intenta que la tomen. En estos bancos se recibe la leche donada gratuitamente por otras madres.

10 Si abandonas, puedes volver. El 48% de las madres deja de dar el pecho a los tres meses, según la Asociación Española de Pediatría. Pero la decisión de abandonar la lactancia no tiene por qué ser definitiva; de hecho, muchas mujeres que quieren volver lo consiguen gracias a la “relactación”, al igual que madres adoptivas pueden dar de mamar tras seguir este tratamiento.

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