El jefe es casi siempre el último en enterarse del actual estado de sus empleadas, ya que existe un temor a que se convierta en un pretexto para ser despedidas, se limiten sus posibilidades de desarrollo o que sean disminuidas en sus actividades, hasta el punto en que su presencia se vuelva innecesaria.
La honestidad ante todo
Los primeros meses de embarazo implican una serie de alteraciones físicas, como nauseas, sueño en extremo, mareos, entre otros y son características que pueden poner en sobre aviso a quienes te rodean.
En algunos casos, como exponen en el libro Qué esperar cuando se está esperando: “El hecho de que otros empleados se den cuenta de lo que ocurre, puede dar pie a que sean ellos quienes se ocupen de enterar al jefe, lo cual no es correcto, la noticia debe recibirla directamente de ti. Tampoco hay que esperar a él o ella saque sus propias conclusiones”.
La forma correcta de decirlo
Es necesario que busques un momento oportuno, por ejemplo si sabes que llega antes de la hora de entrada de todos los colaboradores, puedes programarte para hacerlo tú también y conversar cuando las presiones del día todavía no se presentan, pídele una cita indicándole que deseas ponerle al tanto de una situación, si te pregunta de qué se trata no le des rodeos sé muy clara y adelántale un poco, pero haz énfasis en que para ti es importante que aborden el tema con tranquilidad.
Para llevarlo a cabo se recomienda que pongas en práctica lo siguiente: “Acentúa lo positivo. No empieces a dar la noticia con disculpas, en lugar de eso haz saber que no solamente estás contenta con tu embarazo sino que además te sientes confiada en tu habilidad para trabajar y tener una familia al mismo tiempo”.