La anemia está causada por unos niveles bajos de hemoglobina, que lleva el oxígeno por la sangre. Entre los síntomas se incluyen cansancio, palidez, debilidad física y dolores de cabeza, y si no sigues tratamiento alguno, acabarás agotada. Durante el embarazo te realizarán análisis de sangre para comprobar si tienes anemia, por lo general al final del primer trimestre (aproximadamente en la semana 13) y durante el tercer trimestre.
En la mayoría de los casos se produce por una deficiencia de hierro, cuyas mejores fuentes son: carne roja, pescado graso, judías pintas, lentejas, albaricoques secos, espinacas, patatas, pan, cereales integrales, jengibre y melaza. Si el análisis de sangre indica anemia, el médico te recetará suplementos de hierro, pero no los tomes por tu cuenta sin que sea él quien te los mande.
¿Cómo prevenir la anemia durante el embarazo?
En la mayoría de los casos se produce por una deficiencia de hierro, cuyas mejores fuentes son: carne roja, pescado graso, judías pintas, lentejas, albaricoques secos, espinacas, patatas, pan, cereales integrales, jengibre y melaza. Si el análisis de sangre indica anemia, el médico te recetará suplementos de hierro, pero no los tomes por tu cuenta sin que sea él quien te los mande.
Efectos secundarios
Uno de los efectos secundarios más frecuentes de la ingesta de suplementos de hierro es el estreñimiento. Si es persistente, díselo al médico, ya que existen diferentes preparados en el mercado y es cuestión de buscar el que mejor te vaya.
Cuándo acudir al médico
Si crees que estás anémica en cualquier momento de tu embarazo, coméntaselo a tu ginecólogo. Si estás siempre cansada o te falta el aliento, tus reservas de hierro pueden estar muy bajas, y deberás visitar al médico cuanto antes.
Un consejo:
La vitamina C ayuda a la absorción del hierro, así que es una buena idea tomar un zumo de naranja natural cuando tomes algún alimento rico en hierro.